Descripción

Una figura que invita al silencio y la presencia.
Este Buda de cerámica artesanal, moldeado con calma y detalle, es más que un objeto decorativo: es un símbolo de paz interior, equilibrio y conexión espiritual.

Su acabado sereno y atemporal lo convierte en un complemento perfecto para altares, rincones de meditación o espacios donde quieras cultivar armonía.

Hecho a mano, con alma.

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El porta sahumerio y el platito se venden por separado.